El proyecto de Ley de Cambio Climático, que la vicepresidenta Teresa Ribera remitió al Parlamento el pasado mayo para un teórico paseo militar por la coincidencia general en que es necesaria la transición ecológica, se ha topado con una cada vez más difícil tramitación. No se discute el objetivo final de que en 2050 España no emita gases de efecto invernadero, pero sí el modo de conseguirlo y el daño que puede hacer por el camino a la industria y al empleo.
Aunque el PSOE prometió en su campaña electoral que sólo presentaría una ley con «máximo consenso social y político», el texto de Ribera ha terminado recibiendo 758 enmiendas, según las que ha podido revisar este diario tras el cierre esta semana del plazo de presentación. Todos los partidos han puesto objeciones, desde PP, Ciudadanos y Vox, a los independentistas o incluso socios habituales del Gobierno como el PNV, Nueva Canarias, Más País o Teruel existe. «Soy portavoz del PP en la comisión parlamentaria y nadie me ha llamado todavía para ningún consenso. La ley es necesaria, pero mejorable. Le falta ambición y visión de innovación por un lado y ha provocado preocupación en todos los sectores en un momento de crisis, desde grandes industrias a pequeñas explotaciones ganaderas», resume el diputado popular Diego Gago.
Cuando Ribera remitió la ley al Congreso, recalcó que el texto ya había sido «enriquecido» en su etapa anterior de anteproyecto «con las aportaciones de distintos agentes sociales y económicos, de las comunidades autónomas y de los entes locales», pero no ha sido suficiente.
Incluso PSOE y Podemos han aprovechado la tramitación para introducir 25 enmiendas, entre ellas la que obliga a todos los edificios no residenciales a habilitar antes de 2023 puntos de recarga de coches eléctricos en sus aparcamientos o la prohibición de fabricar uranio en España. La empresa Berkeley subió ayer un 17% en Bolsa tras las dudas que produce que PSOE y Podemos logren sacar adelante la enmienda en la atascada tramitación de la ley.
El plazo de presentación de enmiendas al proyecto ha sido ampliado hasta diez veces desde el pasado mayo pese a que es el instrumento de la llamada «emergencia climática» del país. Son particularmente llamativas las 20 enmiendas presentadas por el PNV, un socio parlamentario clave del Gobierno de Pedro Sánchez, porque varias de ellas son de calado al temer dogmatismo que dañe aún más a la industria tras la crisis de la pandemia.
Un ejemplo es que el PNV exige que, entre los principios rectores de la norma en el artículo 2, se añada el de «neutralidad tecnológica». «En un proceso de transición de al menos 30 años parece prematuro cerrar la puerta a ciertas tecnologías. Máxime cuando existe una gran incertidumbre asociada a la evolución tecnológica y que seguramente será necesario contar con un mix de tecnologías y energías para satisfacer las diferentes necesidades energéticas», justifica su portavoz Aitor Esteban.
También vierte agua sobre una de las medidas estrella de la norma: la prohibición en 2040 de vehículos nuevos que emitan dióxido de carbono para que sean todos eléctricos. El PNV, como otros grupos parlamentarios incluido PP y Ciudadanos y empresas del sector de automoción, defiende la prohibición pero para vehículos con «cero emisiones netas», que es más laxa y permite aún sobrevivir a otras energías
En general, el PNV defiende que Ribera no legisle sin tener más en cuenta a la industria y pide «ligar la transición ecológica a la política industrial y a la I+D». Incluso reclama que se obligue al Ministerio de Industria a pronunciarse «con carácter previo» a cualquier futuro plan que lance el Gobierno al amparo de la nueva ley por si generan riesgo de deslocalización industrial.
«En el proyecto de Ley no se habla de hidrógeno, de transporte ferroviario, de energía eólica marina, por poner ejemplos de falta de innovación», resalta Gago, promotor de cien enmiendas. Ciudadanos ha presentado más de 50 y, Esquerra, 70 criticando por su parte invasión de competencias, en lo que coincide con el PNV. El consenso pretendido se complica.
Fuente: El Mundo