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Flexibilidad para la Reforma del Mercado Eléctrico. Alicia Carrasco, febrero de 2023

Situación actual del mercado

El 2022 estará marcado en la historia como el año que se inició la guerra de Ucrania, una terrible catástrofe humanitaria en territorio europeo que desgraciadamente ya cumple un año. El inicio del conflicto de esta guerra ha supuesto también un fuerte impacto económico en todo el mundo, pero especialmente en Europa. La guerra de Ucrania aumentó el riesgo de fragmentación de los estados miembros y a nivel internacional se han creado más tensiones entre China y Estados Unidos, lo que ha repercutido en la competitividad industrial de Europa y los Estados Unidos, ya que dependemos directamente de los materiales suministrados por China.

La repercusión de la guerra en Europa ha sido especialmente notable en su sector energético, uno de los que se ha mostrado más vulnerables debido a su alta dependencia del gas ruso y que ha provocado un aumento inaudito del precio de la energía que ha marcado récords históricos en toda Europa, también en nuestro país, incluso cuando nuestra dependencia del gas ruso es menor que la de países de nuestro entorno.

Para poder frenar el ascenso exponencial del precio de la energía se han tomado medidas excepcionales, como son la rebaja del IVA de la electricidad y del gas o la implementación de la Excepción Ibérica, fijando un tope al precio del gas mediante la intervención del mercado. Estas medidas de choque han servido para contener los precios de la energía en este momento puntual, pero se muestran ineficaces para lograr la estabilidad del mercado en el largo plazo y conseguir reducir la dependencia del gas ruso de los países que conforman la Unión Europea.

En este sentido las conclusiones de los expertos que participaron en el Foro Español de Energía Limpia organizado por olivoENERGY y que tuvo lugar el pasado 27 de enero en Málaga fueron claras: es el momento de evaluar la necesidad de una reforma del mercado eléctrico común.

Recientemente la Comisión Europea ha abierto un proceso de consulta pública y debate sobre el diseño regulatorio del mercado eléctrico. Una consulta fundamental para orientar las decisiones de las instituciones europeas y del conjunto de los Estados miembros en relación con la reforma de la regulación de este mercado en la Unión Europea. El próximo 14 de marzo, una vez revisado los inputs recibidos a esta consulta, la Unión Europea publicará la propuesta europea que sin duda estará entre los principales asuntos a abordar durante el turno de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre del año.

El statu quo y hacia dónde debemos dirigirnos

La crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de acelerar la transición energética y para ello es imperativa la reforma del mercado eléctrico común. El diseño del mercado está sobre la mesa, solo hay que trabajarlo y pulirlo, conociendo los retos y tomando las decisiones oportunas, trabajando los peajes y la fiscalidad energética.

Los objetivos bajo actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) son claros y se esperan que incrementen en junio 2023: conseguir una reducción de un 40% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990 en 2030. ¿Es factible esta descarbonización? Sí, es factible, pero no podemos invertir solo en renovables, sino que tenemos que diseñar un plan de acción que avance al mismo ritmo que las inversiones y en el que entren otras tecnologías y acciones tales como electrificar el sistema, aumentar la demanda, desarrollar el almacenamiento y dar entrada al hidrógeno, un recurso imprescindible que va a ser objeto de discusión en este año y para el que se espera un banco de hidrógeno a nivel europeo.

Para que estos objetivos estén alineados con Europa, esperamos una reforma de mercado en el que se incluya la flexibilidad, la gestión de la demanda y en la que exista competitividad siempre de la mano de la digitalización de las redes. El objetivo es desacoplarnos del precio del gas, pero sin perder el foco en conseguir un mercado competitivo intentando evitar que se pueda manipular. Hay que seguir incentivando el despliegue de renovables, sin olvidar la protección y el empoderamiento ciudadano, clave en este proceso.

Propuesta de reforma del Gobierno español

El Gobierno español quiso adelantarse a la próxima reforma del mercado eléctrico común, con una propuesta de cambio integral de las reglas que hoy están vigentes, por las que pasaríamos del actual mercado marginalista – en el que el precio queda fijado en función de la tecnología más cara que entra en cada tramo – a uno en el que el precio se fijaría teniendo en cuenta el coste medio de cada tecnología.

La propuesta del Gobierno español está basada en el objetivo de fomentar los mercados a largo plazo y atraer inversión en energías renovables, para lo cual propone: contratos por diferencia en las tecnología inframarginales, correspondiendo esta denominación a aquellas con bajos costes variable y contratos a plazo de capacidad, para atraer inversión en capacidad firme que apoye intermitencia de la generación renovable como son el almacenamiento y gestión de la demanda, además de mantener disponibles los ciclos combinados.

* Gráfico: https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/resumenes/Documents/2023/100123-Presentacion_hidrogeno-verde-reforma-mercado-electrico-UE.pdf

Por su parte, la consulta europea no contenía una propuesta con mecanismos preestablecidos y aceptados, sino que más bien preguntaba sobre todos aquellos mecanismos que deberían tenerse en cuenta a la hora de valorar una reforma de mercado eléctrico. En primer lugar, se describía la oportunidad de desligar las facturas de electricidad de los mercados a corto plazo a través de mecanismos como los PPA, los contratos por diferencia, los mercados a plazo, el desarrollo de las renovables y limitando los beneficios de los generadores inframarginales.

Como alternativas al gas proponía un sistema eléctrico equilibrado, incentivando el desarrollo de activos de flexibilidad y mejorando la eficiencia de los mercados intradiarios, así como la mejora de la integridad y la transparencia del mercado energético modificando y adaptando el REMIT a la naturaleza actual del mercado energético. Propuestas que no se olvidan de mejorar la protección y el empoderamiento del consumidor, aumentando las posibilidades del autoconsumo y el uso compartido de la electricidad y adaptando la medición para facilitar la respuesta a la demanda de recursos flexibles y mejora de la elección de contratos para los consumidores.

¿Qué implicaciones pueden tener estas modificaciones?

La reforma de mercado eléctrico deber responder a las preguntas necesarias, debe fortalecer la armonización real los mercados europeos y fomentar el desarrollo competitivo industrial de Europa. Es una oportunidad que tiene grandes riesgos ya que las implicaciones de los mecanismos de mercado que se propongan son inciertas y me atrevo a decir a veces totalmente imprevistas. Habiendo sido muy activa en analizar este tema de gran impacto, desde que España envió su propuesta a Europa el 10 de enero, hasta la mesa de trabajo sobre la propuesta para la reforma del mercado eléctrico europeo que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico celebro el 22 de febrero donde tuve la oportunidad de presentar la relevancia de la flexibilidad de la demanda en la reforma del mercado eléctrico, me atrevo a proponer algunos elementos que creo deben estar presentes en el mercado eléctrico que Europa necesita para conseguir gracias a la transición energética un sector energético seguro, limpio, competitivo, asequible y justo.

La Unión Europea ya tiene un marco regulatorio robusto recogido en el Paquete de Energía Limpia, sus actos regulados y REPowerEU para un mercado interno armonizado y que fomenta la transición energética limpia. Cualquier reforma debe siempre cumplir con los principios de libertad, no intervencionismo, eficiencia, transparencia, no discriminación y competencia y la participación en los mercados debe ser siempre voluntaria, y en igualdad de condiciones para todos los recursos y que se permita y facilite su participación de forma agregada : generación, demanda y almacenamiento.

La flexibilidad de la demanda debe pasar de ser la gran olvidada a la gran obligada ya que apoya el trinomio a resolver:

a. Apoya la seguridad del suministro eléctrico

b. Apoya la inversión en energía renovable, que debe ir acompasada por el crecimiento de demanda eléctrica que se convierte en el factor clave anti- vertido gracias a la gestión de la demanda y el almacenamiento, además de la electrificación limpia – con nuestro sol, agua y viento, de la economía.

c. Fomenta los precios competitivos, evitando vertidos de renovables normalmente de bajo coste que de otra manera se desperdiciaran, además de evitar picos de demanda eléctrica aplanando el consumo trasladándose en menor uso del gas para la producción eléctrica.

De igual manera no se puede obviar que la flexibilidad de la demanda debe tener que participar en todos los mercados.

Gráfico: Flexibilidad de la Demanda – Hoja de Ruta para la Flexibilidad de la Demanda · ENTRA Agregación y Flexibilidad

Cualquier medida temporal aplicada respondiendo a emergencias como por ejemplo la Excepción Ibérica, no deben prorrogarse más allá del tiempo necesario y, a largo plazo, antes de un intervencionismo se puede fomentar un uso más ágil de los PPAs, buscando forma de agilizar los riesgos que los mismos conllevan.

Los mercados de capacidad son necesarios, y Europa debe agilizar su puesta en marcha y fomentar la armonización de los mismos, abriéndose de forma competitiva y no discriminatoria a todos los recursos y los mercados a corto plazo son líquidos, equitativos y eficientes en costes.

Los Cfd- contratos por diferencia que se posicionan como una herramienta a tener en cuenta para fomentar la inversión en renovables, aun así deben ser voluntarios, y evaluar el impacto que pueden tener diferentes modelos y financiación de los mismos.

Por último me gustaría dejar unas palabras a modo de conclusión, el mercado actual ha sufrido fallos, que no necesariamente son consecuencia de su estructura sino a veces de la operatividad del mismo, y es por lo tanto que propongo a Europa a atreverse a ser más concisa en sus directivas a la vez que en fomentar transposiciones más armonizadas y aceleradas, y de igual manera propongo a los estados miembros a ser más ambiciosos a la hora de transponer las directivas y regulaciones que la Unión Europea propone.

Alicia Carrasco

CEO de olivoENERGY

Empresa Miembro de la Fundación Privada Empresa y Clima