Las potencias de Occidente muestran interés por las materias primas ucranianas, que son fundamentales para la transición ecológica y al sector tecnológico. No obstante, la ocupación rusa del territorio y el dominio chino en el refinamiento pueden ser obs-táculos para el aprovechamiento de estos recursos en el corto plazo.
Las recientes discusiones sobre las reservas de minerales críticos y estratégicos en Ucrania son una muestra más del papel fundamental que estas materias primas jue-gan en el tablero de la geopolítica mundial. Tras enfrentar disrupciones en sus cade-nas de suministro en los últimos años, las potencias occidentales buscan asegurar sus fuentes de tierras raras, litio, níquel, cobalto y otros minerales imprescindibles para la fabricación de productos relacionados con transición energética y el sector tecnológico. En este contexto, la Unión Europea competirá con Estados Unidos por aprovechar los recursos ucranianos. El objetivo planteado es reducir la dependencia de China, que controla tanto la explotación como el refinamiento de estas materias en el mercado internacional. Recientemente, tanto Washington como Bruselas expre-saron sus intenciones de desarrollar proyectos de extracción de minerales críticos en Ucrania después de que se logre la paz con Rusia. Más allá de cómo se consoliden estos posibles acuerdos, las reservas prometen ser de crucial importancia para el Viejo Continente, debido a su proximidad geográfica con los gigantes industriales de la región.
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