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Las emisiones de CO2 rebotan tras registrar una caída histórica durante los confinamientos

Las restricciones provocadas por la pandemia en 2020 causaron la mayor caída absoluta en las emisiones de dióxido de carbono desde la Segunda Guerra Mundial. Pero según se levantaron las cuarentenas y la actividad económica repuntó, las emisiones repuntaron muy rápidamente para finales de año. En diciembre, las emisiones mundiales fueron 2% más altas que en el mismo mes de 2019, según los nuevos datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Las emisiones de gases por la producción de energía cayeron en aproximadamente 2.000 millones de toneladas, un 5,8% del total del año anterior, en 2020. Tal caída «no tiene precedentes en la historia humana; en términos generales, es el equivalente a eliminar todas las emisiones de la Unión Europea del total mundial», escribieron los autores.

Las emisiones de EEUU y de la UE cayeron un 10%, y las reducciones más pronunciadas se concentraron en marzo, abril y mayo, los meses de confinamientos más duros. China fue la única gran economía que tuvo un aumento de las emisiones, de un 0,8% anual. Gran parte del alza se produjo a finales de año. Las emisiones de China fueron un 7% más altas en diciembre de 2020 que en diciembre de 2019.

La categoría con la mayor caída en emisiones de CO2 fue el transporte, según los trabajadores iban entrando en cuarentena y los movimientos de casa al trabajo se detuvieron o se frenaron en gran medida. La disminución del uso de petróleo contribuyó con más de la mitad del total general. De ese montante, el 50% provino del menor tráfico por carretera y otro 35%, de los aviones inmovilizados.

Entre los puntos positivos, sí hay algunos, figuran las energías renovables. La electricidad generada por el sol y el viento alcanzó un récord del 20% de la mezcla de fuentes de energía globales por primera vez, y los vehículos eléctricos se vendieron en cantidades nunca vistas.

Riesgo de recaída

Si bien el mundo lucha simultáneamente por volver a la normalidad y reducir las emisiones de manera permanente, la AIE está preocupada por una inundación de CO2 pospandémica. La velocidad con la que la demanda energética volvió a medida que fueron levantando las restricciones pandémicas «resalta el riesgo de que las emisiones de CO2 aumenten significativamente este año», escribió la AIE.

Los científicos estiman que las emisiones tendrían que caer un 10% en el año para que se pudiera detectar una pequeña reducción en la concentración de dióxido de carbono de la atmósfera, que ha aumentado cada año durante décadas.

Fuente: El Economista