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Las ciudades reclaman su «rol medular» para mitigar el cambio climático

Las ciudades juegan un «rol medular» en la mitigación de los impactos del cambio climático, por lo que no se puede hacer de la lucha por la sostenibilidad una confrontación de ideologías, sino que debe ser «un pacto político para que las ciudades sean el escenario de una transición justa».

Así lo ha explicado este martes en la COP25 en Madrid un grupo de alcaldes de España y América Latina en la segunda jornada de esta Cumbre del Clima, que tiene como tema central la labor de las entidades subnacionales, ciudades y regiones, como actores dinamizadores de la descarbonización.

En este sentido, las ciudades son responsables de un 70 % de las emisiones de gases de efecto invernadero que se traspasan a la atmósfera y, según datos de Naciones Unidas, más del 80 % de la población en América Latina se concentra en las ciudades, mientras que el porcentaje es solo ligeramente inferior en España.

En el diálogo se han presentado las propuestas de sostenibilidad de las ciudades de Medellín (Colombia), Montevideo, Madrid y Sevilla, que «están enfrentando los retos del cambio climático con responsabilidad, creatividad y disciplina», ha explicado el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.

En este sentido, las ciudades representan un papel «fundamental» en la economía, ha continuado la secretaria de Estado española de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva Fernández, a la vez que son agentes dinamizadores «clave» en la mitigación del impacto del cambio climático.

LA POBLACIÓN, EN EL CENTRO DE LA POLÍTICA CLIMÁTICA DE MEDELLÍN

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, una ciudad referente en innovación y acciones contra el cambio climático, basa sus acciones en «la mitigación y adaptación a través de la gente» y consigue «tratar temas ambientales a la vez que cerrar brechas sociales mientras disminuyen las emisiones y generan calidad de vida»

“Para lograr un impacto global hay que actuar desde lo local», ha defendido Gutiérrez, para lo que es necesario no solo un cambio tecnológico, sino también un cambio cultural, ya que «uno puede tener muchas diferencias -políticas, religiosas- pero hay algo que todos tenemos en común: el aire que respiramos».

Por su parte, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha recordado que «la oportunidad que aportan los gobiernos locales es la de comprometer a su gente con un reto colectivo como es el cambio climático», por lo que, si desde las localidades se lidera un proceso de transformación, estará ante un «cambio de paradigma de vital importancia».

Es «esencial» que las ciudades sean el escenario del cambio, por lo que Sevilla ha logrado unificar toda la energía que consume el ayuntamiento, que se suministra de energía renovable al 100 %», según ha informado Espadas.

Como representante del liderazgo femenino en el desarrollo urbano, la alcaldesa del Municipio D de Montevideo, Sandra Nedov, ha resaltado como herramienta «fundamental» la planificación y colaboración entre organismos, mientras que ha defendido que «la fortaleza tiene que quedar en el territorio para que los cambios se queden cuando los políticos se van».

LIDERAZGO DE LAS CIUDADES CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO

Por último, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien ha agradecido al Gobierno Central la organización de la cumbre, ha reivindicado el «liderazgo moral» que tienen las ciudades en la lucha contra el cambio climático.

En referencia al lema de la cumbre «Tiempo de actuar», ha señalado que «hay que actuar incluso con aquellas medidas que generan rechazo en la ciudadanía», por lo que ha destacado el plan ‘Madrid 360’ que ha desarrollado su administración.

También ha apoyado la continuidad institucional y ha señalado que «la discrepancia en determinadas medidas no significa negacionismo», en referencia a su intención de no continuar con el plan de «Madrid Central», implantado por la legislatura anterior y que restringía el acceso a los vehículos más contaminantes al centro de Madrid.

Las ciudades, a juicio de responsables del BID, son «especialmente vulnerables» al impacto de los efectos del cambio climático, por lo que es necesario tener «acuerdos políticos de continuidad» y adaptar las propuestas a cada territorio para afrontar cada problema como una oportunidad.

Fuente: La Vanguardia