Los daños producidos por catástrofes naturales son cada vez más severos debido al cambio climático. Estos efectos ya los notan las empresas aseguradoras. Para algunas, el negocio podría dejar de ser rentable.
La lógica de las aseguradoras es que mucha gente contrata un seguro, unos pocos sufren daños y luego son reembolsados. Sin embargo, si ya no son unos pocos los que sufren daños, sino que cada vez son más personas, entonces la compañía de seguros derivará este mayor riesgo en los asegurados. En otras palabras, las primas de seguro subirán. Al fin y al cabo, únicamente tiene sentido que una compañía de seguros ofrezca prestaciones si obtiene beneficios. Las empresas aseguradoras se están viendo superadas ante la cantidad de sucesos extremos, por lo que están recurriendo a reaseguradoras, como Múnich Re. Esta compañía alemana lleva unos 50 años investigando los efectos del cambio climático para sus propios intereses comerciales. “Básicamente, si aumentan las pérdidas, alguien tiene que pagar por ellas», afirma Ernst Rauch, experto en clima de Múnich Re.
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