El Departamento de Defensa de EE. UU. planea desarrollar un programa para estimar los precios y predecir los suministros de níquel, cobalto y otros minerales críticos, una medida destinada a impulsar la transparencia del mercado, pero que introduce una nueva e incierta variable en los mercados mundiales de metales.
El programa, que recibió poca atención tras anunciarse en octubre en un sitio web del Pentágono, forma parte de los esfuerzos más amplios de Washington por impulsar la producción estadounidense de minerales críticos utilizados en la fabricación de armas y la transición energética. La producción estadounidense va a la zaga del líder del mercado, China, en parte porque los intentos de construir nuevas minas estadounidenses pueden verse muy influidos por las oscilaciones de los precios de las materias primas. Jervois Global, por ejemplo, anunció el año pasado que suspendería la construcción de un proyecto de cobalto en Idaho debido en parte a los bajos precios del mercado, incluso cuando los mineros chinos de cobalto -con el respaldo financiero de Pekín- dijeron que aumentarían la producción del metal de las baterías en un intento de conseguir una mayor cuota de mercado. Sin embargo, una rúbrica oficial por la que Washington calcula cuánto debería costar un metal específico podría confundir a los mercados de metales al crear estructuras de duelo para determinar el precio, según dos fuentes que no estaban autorizadas a hablar públicamente.
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