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EEUU promete recortar más sus emisiones de CO2, aunque se queda lejos de la rebaja que hará Europa

EEUU quiere retomar un puesto de cabeza en la lucha contra el cambio climático, aunque su propuesta para reducir la cantidad de CO2 que lanza a la atmósfera se ha quedado algo lejos del nivel trazado por la Unión Europea o Gran Bretaña. En la cumbre virtual climática convocada por el presidente estadounidense, Joe Biden, su Gobierno ha asegurado que, en 2030, habrán rebajado la emisión un 52%, pero respecto a 2005 cuando sus emisiones eran un 20% más altas que en el año de referencia escogido en Europa: 1990.

Con todo, el anterior objetivo marcado por EEUU, en tiempo de Barack Obama, era llegar a estar un 26-28% por debajo de 2005. EEUU ha puesto toda la carne en el asador para escenificar su regreso al esfuerzo global para intentar combatir el cambio climático. Además del presidente Biden, han intervenido en la inauguración de esta cumbre virtual la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Estado, Antony Blinken. La cúpula del gabinete estadounidense.

Al inaugurar la ronda de intervenciones de jefes de Estado y Gobierno, Joe Biden ha insistido en que su país supone “el 15% de las emisiones mundiales, ningún país solo tiene la solución. La ciencia nos dice que esta es la década clave para tomar decisiones que eviten las graves consecuencias del cambio climático y conseguir que la Tierra no se caliente más de 1,5ºC. Esta realidad es innegable”.

Su vicepresidenta Kamala Harris ha recalcado la necesidad del trabajo colaborativo: “Compartimos la preocupación y las amenazas. Ninguna nación, ninguna región, es inmune al cambio climático. Insto a todos a concentrarse en las comunidades más azotadas por los efectos. La salud de la comunidad, los trabajadores y la economía depende de lo que ahora hagamos”. El secretario de Estado Blinken ha rematado tras sus jefes que “ningún país puede actuar solo”.

Ruleta de discursos

Los mensajes encadenados de la cúpula estadounidense han marcado un giro total respecto a la posición de EEUU durante los cuatro años de la administración de Donald Trump que llegó a sacar a su país del Acuerdo de París contra el cambio climático de 2015. La cumbre ha jugado un papel de diplomacia climática ya que, nada más terminar las intervenciones de Biden y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, han tomado la palabra el presidente de China Xi Jinping y el primer ministro de la India, Narendra Modi. Ambos países están a la cabeza en volumen de CO2 emitido, pero, también, son dos economías emergentes que están recuperando terreno tras décadas de empobrecimiento. Es decir, no son principales causantes históricos del calentamiento global.

Tras estas intervenciones, han tomado la palabra el primer ministro Boris Johnson y de Japón Yoshihide Suga con lo que quedaba subrayada la potencia diplomática desplegada por EEUU. Jonhson llevaba bajo el brazo la actualización de su plan climático anunciada este miércoles que pretende que Reino Unido emita un 78% menos de CO2 respecto a 1990 en el año 2035. Luego han hablado, en una rápida sucesión y con discursos muy breves, la cancillera alemana Angela Merkel o y el presidente de Francia, Emanuel Macron. La Unión Europea no tenía novedades respecto a nuevos recortes de emisiones ya que entregó en diciembre a la ONU su plan renovado que está en el 55% de reduccione de CO2 respecto a 1990 en 2030. Luego ha intervenido el presidente ruso, Vladimir Putin, quien ha hablado de que pretende «reducir significativamente» las emisiones sin detallar y ha señalado la utilidad de apostar por la energía atómica para no lanzar CO2 y la «absorción de gases».

Bolsonaro cambia de piel

En esta primera sesión de la cumbre, ha tomado la palabra el presidente de Brasil Jair Bolsonaro. Bolsonaro fue un soporte para el expresidente Donald Trump. En esta ocasión, Bolsonaro ha mostado una postura distinta más en línea con el multilaterlismo. El presidente brasileño ha anunciado que pretende consguir emisiones neutras en 2050 y ha asegurado que quiere detener «la deforestació ilegal» de la Amazonía en 2030. Bajo su mandato se han batido marcas de deforestación a base de incendios en el bosque tropical y mucho del espacio abierto se ha dedicado a la explotación agrícola y ganadera. Con Putin y Bolsonaro se completaba en cierto modo el objetivo de una cumbre con todos los actores fundamentales más allá del contenido de sus discursos.

Biden ha afirmado que «esta cumbre es un primer paso de cara a la COP de Glasgow en noviembre para un mundo próspero, seguro y sustentable». En esa cita en Escocia, los paises deben haber presentado los planes detallados para mejorar su esfuerzo con vistas a impedir que la Tierra se recaliente más de 1,5ºC en 2100. Por el momento, la ONU ha recibido documentos de 75 partes que cubren un 30% de las emisiones totales. El efecto conjunto de esos planes reducirían esas emisiones un 1% para 2030. Los cálculos de los científicos de la ONU son que, para ese año, el recorte debería ser del 45%.

Fuente: El Diario